Lo más relevante:
- En un contexto de elevada volatilidad económica, la ciudadanía en Venezuela adoptado de forma masiva el USDT de Tether como una herramienta esencial para protegerse de la hiperinflación del bolívar. Esta adopción orgánica y creciente destaca el papel de las stablecoins como un refugio de valor y un medio de intercambio para la población.
- La aparente solución financiera no está exenta de riesgos. Tether, como emisor centralizado, tiene un historial documentado de congelación de fondos a petición de agencias de cumplimiento de la ley de los Estados Unidos, como la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
- El uso de USDT en Venezuela y su adopción estatal generan una gran paradoja: la misma herramienta que ofrece estabilidad a los usuarios en un entorno caótico podría, a su vez, ser vulnerable a la geopolítica. Analistas ya han advertido sobre esta potencial amenaza, instalando a la comunidad a considerar las implicaciones de dependiente de un activo que, aunque opera en redes descentralizadas, mantiene un control centralizado susceptible a la influencia extranjera.
El Banco Central de Venezuela y USDT: riesgos de soberanía y congelamiento de fondos en un escenario de sanciones internacionales
Reportes sobre el posible uso de Tether (USDT) por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) han generado un intenso debate dentro del ecosistema cripto global, centrado en un interrogante clave: ¿Puede Tether Limited, la empresa emisora de esta stablecoin, congelar los activos de un gobierno sancionado? Esta pregunta no solo afecta al Estado venezolano, sino también a millones de ciudadanos que utilizan USDT como refugio ante una inflación. Según datos extraoficiales del Observatorio Venezolano de Finanzas, la inflación en Venezuela alcanzó el 85% en 2024.
Las sanciones internacionales lideradas por Estados Unidos han restringido severamente el acceso de Venezuela al sistema financiero global, dificultando transacciones críticas como los pagos por exportaciones de petróleo. En este contexto, medios especializados y analistas sugieren que el BCV y entidades estatales estarían explorando el uso de USDT. La adopción permitiría mover fondos en el entorno digital. Sin embargo, la naturaleza centralizada de este activo representa un riesgo estructural significativo.
A diferencia de redes descentralizadas como Bitcoin, USDT opera en blockchains como Ethereum y Tron bajo un modelo de control centralizado. Tether Limited posee la capacidad técnica de incluir direcciones en una “lista negra” mediante funciones integradas en sus contratos inteligentes. Con lo cual podría congelar fondos de manera inmediata. Solo en julio de 2025, la empresa bloqueó direcciones vinculadas a actividades ilícitas, demostrando su poder de intervención. De manera similar, Circle, emisora de USDC, ha congelado activos en cumplimiento de regulaciones internacionales.
¿Tether podría congelar los fondos?
Hay antecedentes, en 2023 Tether congeló más de 160 monederos digitales como parte de su política de cumplimiento normativo. De esta manera colabora con organismos gubernamentales para prevenir lavado de dinero y financiamiento de actividades sancionadas. No obstante, persiste la incógnita sobre si un eventual congelamiento de fondos venezolanos sería automático. Además, quedaría también en el aire la pregunta si sería por mandato de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) o requeriría una orden judicial específica.
“Hasta julio de 2025, Tether había bloqueado 2.900 millones de dólares en activos a solicitud de gobiernos, incluida la OFAC”, destacó el analista financiero Hever Castro, subrayando la escala de estas intervenciones. La centralización de USDT expone una paradoja crítica: un gobierno sancionado por Estados Unidos podría estar utilizando un activo controlado por una empresa sujeta a las leyes de ese mismo país.
El uso de USDT también tiene algunos riesgos importantes
“USDT no es un sistema descentralizado; es un token controlado completamente por Tether Limited”, afirmó el economista venezolano Daniel Arraez. Esta dependencia implica que fondos del Banco Central de Venezuela o de PDVSA en USDT estarían expuestos a decisiones externas, un riesgo soberano de magnitudes estratégicas. Adicionalmente, las persistentes dudas sobre el respaldo real de USDT, agravadas por la falta de auditorías públicas completas, añaden capas de incertidumbre financiera.
Sin embargo, no todos los expertos consideran plausible un escenario de adopción formal por parte del BCV. Según la opinión de varios usuarios en X: “El banco central no tiene ni usará USDT. Sus procesos son demasiado burocráticos para adoptar criptomonedas a gran escala”. Una situación que podría precipitar la informalidad para evadir los registros contables oficiales.
Mientras se intensifica el debate sobre la adopción estatal, en las calles de Venezuela USDT se ha consolidado como una herramienta financiera vital. Ciudadanos intercambian bolívares por USDT en grupos de WhatsApp con paridad cercana al dólar. Las empresas petroleras pagan nóminas en la stablecoin y familias protegen sus ahorros frente a la hiperinflación. El economista Asdrúbal Oliveros describe este fenómeno como una “profunda transformación” en la arquitectura financiera del país.
El caso de la adopción de USDT en Venezuela ilustra con claridad el dilema global de las stablecoins al ofrecer soluciones prácticas en contextos de crisis. Sin embargo, su control centralizado las hace vulnerables a decisiones externas. Muchos han publicado en X su opinión, indicando que la adopción estatal de USDT “es como dejarle las llaves de tu casa a un desconocido y esperar que no cambie la cerradura”. La soberanía financiera, en el mundo de las criptomonedas, sigue siendo un equilibrio inestable entre utilidad y riesgo.