Lo más relevante:

  • El interés global medido a través de las búsquedas en Google para el término “crypto” alcanzó su punto mínimo tanto a nivel mundial como en Estados Unidos hacia finales del año 2025.
  • Bitcoin continúa cotizando en el rango entre 80.000 y 90.000 dólares, pero los inversionistas minoristas muestran una clara disminución de atención, reflejada en que el volumen de búsqueda de la palabra “criptomonedas” se había desplomado a un valor de apenas 26 dentro de la escala de 0 a 100 utilizada por la plataforma.
  • La próxima década, comprendida entre 2026 y 2035, es percibida como el período que podría reconfigurar por completo los fundamentos de la riqueza digital. No obstante, para que esta proyección se concrete, es un prerrequisito que el término “criptomoneda” recupere su relevancia y presencia en las tendencias de búsqueda de Google.

El interés por las criptodivisas pierde su brillo en las búsquedas de Google

A mediados de diciembre, el volumen de búsqueda del término “criptomonedas” se había desplomado a un mero 26 en la escala de 0 a 100 de la plataforma de búsqueda en línea. En los Estados Unidos, esta cifra marca un mínimo histórico en los últimos doce meses. Este desinterés no es casualidad; es el resultado de un año marcado por la volatilidad política y financiera extrema.

A medida que cerramos el año, el panorama de las criptomonedas en 2025 muestra una paradoja fascinante. Mientras Bitcoin se mantiene oscilando entre los $80.000 y $90.000, el interés del público minorista pareciera irse evaporando. Los datos de Google Trends confirman este “desierto”, con el término “crypto” cayendo a niveles de 26/100, su punto más bajo en 12 meses en Estados Unidos.

Este indicador trasciende una simple estadística; representa una clara métrica de desencanto. El fenómeno no carece de precedentes. Ya en abril, las consultas experimentaron una caída abrupta tras las polémicas decisiones arancelarias anunciadas por Donald Trump. Los mercados reaccionaron con volatilidad extrema, una conmoción que distó mucho de ser positiva.

La industria de los activos digitales ha navegado tradicionalmente por ciclos alternantes de euforia y decepción. No obstante, el actual momento parece distintivo. Ni siquiera el atractivo de los memes logra insuflar optimismo. De todo el 2025, octubre trajo consigo un mes particularmente sombrío para el sector. En el transcurso de un solo día, numerosas altcoins llegaron a perder hasta un 99% de su valor.

Perdida de interés vs. Optimismo Intenso 

Con la evaporación del interés del público general, el ecosistema cripto se transforma en un círculo cerrado. Este escenario opera como un teatro para iniciados, donde solo los actores más comprometidos continúan especulando sobre su futuro. La paradoja surge cuando ciertos analistas comienzan a proyectar con vehemencia la llegada del próximo mercado alcista. Y no uno modesto. Mientras los datos de Google reflejan apatía, estos expertos predicen una inminente fase de expansión significativa.

La pregunta crítica persiste: ¿quién participará en esta eventual recuperación si la audiencia masiva ha desconectado? Bitcoin se mantiene alrededor de los 87.800 dólares. Una cotización estable, sin duda, pero que ha perdido su capacidad de generar entusiasmo generalizado. Los inversores ocasionales han reorientado su atención hacia los ETF tradicionales, los influenciadores digitales ahora priorizan temas de inteligencia artificial y los foros especializados muestran una actividad notablemente reducida.

La intensidad de los más optimistas:

Un núcleo de creyentes mantiene su convicción. Figuras como Charles Hoskinson anticipan un Bitcoin alcanzando los 250.000 dólares. Otros análisis proyectan un objetivo de 180.000 para el año 2026. Lejos del ruido de las multitudes, la visión de un futuro alcista perdura, principalmente en los círculos más exclusivos y técnicos de la industria.

En medio de este panorama general sombrío, un segmento de voces se niega a la resignación. Para estos observadores, el actual desinterés constituye meramente un obstáculo temporal. Una pausa estratégica dentro del ciclo, no una deserción definitiva. Su tesis se sostiene en la creencia de que Bitcoin se encuentra en las etapas iniciales de un ciclo alcista cuya trayectoria podría extenderse hasta el año 2035. 

La próxima década, de 2026 a 2035, es vista como el periodo que podría redefinir por completo los contornos de la riqueza digital. Sin embargo, para que esta visión se materialice, primero es necesario que el término “criptomoneda” recupere su lugar en las búsquedas de Google.