Friend.tech, la red social criptográfica construida sobre la animada blockchain Base de Coinbase, ha cerrado. Mientras los inversores se quedan en la estacada, quienes crearon el proyecto se han llevado unos 44 millones de dólares en sus bolsillos. 

La llamada “red social criptografía” apareció en mundo cripto hace poco más de un año. Desde entonces estuvo generando unos 90 millones de dólares en tarifas. Aproximadamente la mitad de esos honorarios se estuvo destinado al equipo de desarrollo del proyecto.

Por otro lado están los inversores, quienes no han tenido nada de suerte con este proyecto. El token nativo FRIEND fue cayendo desde su lanzamiento hasta el 98%. Tras el reciente anuncio perdió otro 21% de su valor, con sutiles recuperaciones que no sirven para resucitar el token. 

Quienes pudieron “disfrutar” de friend.tech, se pudieron percatar que esta red social permitia la “inversión de personas influyentes”. Al menos así lo explicaron sus creadores, agregando que los usuarios podría tener acceso a llamadas claves y tokens que otorgan acceso a salas de chat exclusivas.

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Cierre inesperado de Friend.tech

La noticia cayó como bomba este lunes. Mediante un comunicado se explicó a los usuarios que se habían transferido los derechos de administración y propiedad del código que respalda el protocolo a una dirección nula.

Sí, el proyecto seguirá existiendo, pero solo nominalmente. Ya que los creadores del proyecto han revocado irreversiblemente la capacidad de realizar cambios en él o de cobrar tarifas. Y para los inversores la sorpresa no fue menos mayor. 

Muchos analistas afirman que el cierre no es “completamente inesperado”. Desde hace meses comenzaron los problemas, incluso siendo alguna vez más de la mitad de toda la actividad en la red Base. Recientemente, los desarrolladores presentaron una nueva versión de la aplicación, junto con un lanzamiento aéreo de tokens muy esperado para los primeros usuarios.

Esto no pudo “revitalizar” el proyecto , por el contrario continuó el fluyó saliente de usuarios. Y los depósitos cayeron hasta un 92%, sin sumar usuarios y las tarifas que llegaron a 2 millones de dólares, terminaron en 100 dólares. El cierre efectivo ya pinta un panorama turbio para los inversores, pero no todo está perdido. Si bien los creadores abandonaron el proyecto, no hay nada que impida un bifurcación. 

Está es la muestra de que el mundo Blockchain puede ser muy caprichoso para aplicaciones criptográficas. Los usuarios e inversores nunca estarán exentos de los riesgos que generan estos proyectos