Lo más relevante:

  • El CEO de BlackRock, Larry Fink, ha validado públicamente el papel de las criptomonedas como un instrumento de cobertura (o hedge) recurrente para los inversores internacionales. Durante la conferencia Future Investment Initiative en Riad, Fink señaló que los actores del mercado equiparan el Bitcoin y el oro como activos de refugio cuando existe un temor fundado sobre la erosión del valor de las divisas fiduciarias.
  • Analistas como Fabian Dori anticipan que esta tendencia se intensificará, esperando que un número creciente de inversores privados, bancos e instituciones financieras incorporen formalmente el Bitcoin en sus estrategias patrimoniales como una herramienta de gestión de riesgo. Este cambio de paradigma en la asignación de activos es impulsado por la persistente volatilidad de los mercados globales. 
  • Los comentarios actuales de Larry Fink representan un giro radical en su postura anterior, marcando una desviación notable de su escepticismo inicial hacia el ecosistema cripto. Apenas en 2017, Fink fue un crítico vocal de Bitcoin, llegando incluso a descartarlo como una herramienta principal para actividades ilícitas.
  • Esta reevaluación por parte del líder de la gestora de activos más grande del mundo valida la madurez del Bitcoin y legitima su estatus como un activo financiero significativo. La nueva visión de Fink no solo refleja un cambio interno en BlackRock, sino la aceptación institucional generalizada de las criptomonedas.

Larry Fink destaca el papel de las criptomonedas y el oro como refugio ante devaluación monetaria

Durante su intervención en la conferencia Future Investment Initiative realizada en Riad, Larry Fink, CEO de BlackRock, señaló que los inversores internacionales recurren con frecuencia a las criptomonedas y al oro cuando manifiestan temores fundados sobre la erosión del valor del dinero tradicional

Explicó que un número creciente de actores financieros está migrando hacia esta clase de activos alternativos con el objetivo principal de preservar su riqueza, motivados por la preocupación ante la degradación monetaria y una incertidumbre cada vez más palpable respecto a la seguridad tanto financiera como física en el panorama global.

Fabian Dori, Director de Inversiones en Sygnum Bank, coincidió en este análisis y precisó que este movimiento refleja una tendencia macroeconómica más amplia identificada como “comercio de degradación” (debasement trade). Mediante la cual los inversores se distancian progresivamente de las monedas fiduciarias para reorientar sus carteras hacia activos percibidos como más tangibles o con reserva de valor intrínseca. 

Dori añadió que la constante pérdida de poder adquisitivo, sumada a una mayor flexibilidad en la aplicación de políticas fiscales y monetarias. Particularmente visible en Estados Unidos, está funcionando como un catalizador que acelera significativamente esta transición a nivel mundial.

La opinión de Fabian Dori

Fabian Dori manifestó su expectativa de que un número creciente de inversores privados, entidades bancarias e instituciones financieras incorporen Bitcoin como instrumento de cobertura dentro de sus estrategias patrimoniales. Según su análisis, la persistente volatilidad que caracteriza los mercados globales exigirá la implementación de controles de riesgo más sofisticados y sistemas de gestión de liquidez sustancialmente más robustos para navegar este nuevo panorama.

El renovado enfoque en el llamado comercio de degradación, donde los inversores se alejan de las monedas fiduciarias hacia activos tangibles, está basado en una tendencia clara: el poder adquisitivo se está debilitando a la luz de la flexibilidad tanto en la política fiscal como monetaria, especialmente en el lado del dólar estadounidense. 

 

Fabian Dori, Director de Inversiones en Sygnum Bank.

Estas consideraciones adquieren especial relevancia mientras las preocupaciones macroeconómicas se intensifican. Particularmente ante el rápido crecimiento de la carga de deuda del gobierno estadounidense, que se aproxima a niveles históricos sin precedentes. 

Proyecciones hasta el 2030:

Los datos oficiales publicados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectan que la deuda bruta del gobierno general de Estados Unidos aumentará en más de 20 puntos porcentuales, alcanzando el 143,4% del Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2030. Esta proyección situaría a la economía estadounidense superando por primera vez en este siglo a naciones tradicionalmente asociadas con altos niveles de endeudamiento, como Italia y Grecia.

El FMI también anticipa que el déficit presupuestario de Estados Unidos se mantendrá por encima del 7% del PIB de manera anual hasta al menos 2030, un nivel consistentemente más elevado que el observado en cualquier otra economía avanzada dentro del grupo de países que monitorea la institución. Este escenario fiscal plantea serios interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo y refuerza el atractivo de activos alternativos como Bitcoin para los grandes capitales.

El cambio de postura de Larry Fink, de escéptico a gran defensor

Los comentarios actuales de Larry Fink representan una desviación notable respecto al escepticismo que manifestó públicamente en años anteriores hacia el ecosistema cripto. En 2017, llegó a desestimar a Bitcoin calificándolo principalmente como una herramienta utilizada para facilitar actividades ilícitas. 

Sin embargo, para 2024, su postura había experimentado una transformación radical, convirtiéndose en uno de los defensores más vocales de la clase de activo digital. Argumentando que constituye un mecanismo eficaz para que los inversores institucionales salvaguarden su riqueza en períodos caracterizados por una elevada incertidumbre macroeconómica.

Recientemente, Fink ha enfatizado que las criptomonedas cumplen un rol funcionalmente similar al del oro en las carteras institucionales: un activo alternativo que proporciona protección efectiva durante fases de turbulencia en los mercados tradicionales

Considerando que BlackRock gestiona aproximadamente $12.5 billones en activos a nivel global y supervisa el iShares Bitcoin Trust, el fondo cotizado de criptomonedas más grande del mundo, con una valoración que ronda los $93.900 millones, sus declaraciones y la evolución de su perspectiva ejercen una influencia significativa y tangible en la dirección de los mercados financieros globales.

El auge institucional de Bitcoin: 

Bitcoin continúa su búsqueda de un auge institucional sostenido mientras diversas entidades estadounidenses evalúan seriamente su incorporación como componente de reservas estratégicas. 

A medida que el debate sobre el papel fundamental de las criptomonedas gana intensidad, varias señales clave apuntan hacia una participación institucional cada vez más profunda y estructural

  • Las entidades públicas de Estados Unidos están analizando activamente la viabilidad de mantener Bitcoin dentro de sus reservas estratégicas oficiales.
  • Los principales gestores de activos a nivel global se están preparando operativamente para utilizar Bitcoin como garantía colateral en transacciones financieras complejas.
  • El grupo CME avanza de manera decidida hacia la implementación de un horario de negociación de derivados de criptomonedas durante las 24 horas del día los 7 días de la semana. 

Esta adopción institucional continúa profundizándose en paralelo a la evolución de los modelos de riesgo adaptados específicamente para mercados de operación continua. Aunque el sentimiento general del mercado mantiene un tono cauteloso, el interés subyacente en los instrumentos de cobertura digitales se mantiene firme y en crecimiento.