Lo más relevante:

Rusia está diseñando una estrategia de dos vías para la integración de los activos digitales en su economía, planificando permitir el uso de criptomonedas específicamente en el comercio internacional. Esto mientras mantiene una estricta supervisión doméstica.

Esta apertura selectiva a las criptodivisas subraya un movimiento estratégico para mitigar el impacto de las sanciones internacionales y facilitar las transacciones transfronterizas. El desarrollo de esta política está siendo impulsado por una colaboración entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Rusia. 

La adopción de las criptomonedas para el comercio internacional posiciona a Rusia como uno de los primeros países en formalizar el uso de estos activos como herramientas de settlement en la balanza de pagos. Este enfoque pragmático busca utilizar la tecnología blockchain para eludir los sistemas de pago tradicionales que son vulnerables a las restricciones geopolíticas. 

Formalización de las transacciones de criptomonedas transfronterizas

Rusia, recientemente posicionada como la nación con mayor adopción de criptoactivos en Europa, se prepara para transformar su marco regulatorio de monedas digitales. Las autoridades gubernamentales se encuentran diseñando una nueva normativa que legalizaría el uso de criptomonedas en transacciones internacionales, al mismo tiempo que se refuerza el control estatal sobre su circulación en el mercado doméstico. 

La iniciativa busca trascender el actual esquema piloto mediante la implementación de legislación específica que respalde los usos legítimos de los activos digitales y defina sanciones explícitas para las operaciones ilícitas.

Tras una reunión estratégica presidida por el Primer Ministro Mijaíl Mishustin, tanto el Ministerio de Finanzas como el Banco Central de Rusia (CBR) han alcanzado un consenso para formalizar el uso de criptomonedas en operaciones de comercio exterior, las cuales quedarán sujetas a mecanismos de supervisión estatal reforzados.

La opinión gubernamental:

El Ministro de Finanzas, Anton Siluanov, destacó la utilización creciente de criptoactivos para el pago de importaciones y la ejecución de transferencias financieras transfronterizas. Precisó que el Ministerio de Finanzas y el Banco Central han convenido en la necesidad urgente de implementar un marco normativo claro, donde el Banco Central reforzará sus competencias como ente supervisor principal.

De acuerdo con las declaraciones de Siluanov: “Consideramos que este ámbito de actividad debe ser legalizado y formalmente regulado mediante ley. De esta forma, en coordinación con Rosfinmonitoring (Servicio Federal de Supervisión Financiera de la Federación de Rusia) y el resto de los organismos de control, podremos garantizar y restablecer el orden en el sector”.

Una supervisión reforzada

En el ámbito del cumplimiento legal, el Fiscal General Alexander Gutsan anunció que Rusia se encuentra preparando una nueva legislación para imponer sanciones penales a individuos que gestionen actividades con monedas digitales en violación de la ley. 

Durante una sesión del Consejo Coordinador de Fiscales Generales de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), declaró: “Actualmente, se están elaborando enmiendas legales para establecer responsabilidades por la organización ilegal de la circulación de monedas digitales, definir el procedimiento para su confiscación y regular la transferencia de estos fondos al Estado”.

Gutsan señaló que, en paralelo al crecimiento de la economía digital, la regulación de los criptoactivos se ha vuelto una prioridad creciente. Añadió que la Fiscalía ha contribuido activamente en el desarrollo de un marco normativo para supervisar la minería de criptomonedas, prevenir el lavado de capitales y rastrear transacciones vinculadas a actividades delictivas.

El Banco de Rusia como vigilante

En marzo de 2025, el Banco Central de Rusia estimó que las carteras de intercambio vinculadas al país mantenían activos digitales por un valor aproximado de 827 mil millones de rublos. Bitcoin constituía la participación mayoritaria con un 62,1%, seguido por Ethereum con un 22%, mientras que las stablecoins USDT y USDC en conjunto representaban el 15.9% del total.

Como parte de sus responsabilidades de supervisión financiera, el Banco de Rusia tiene programado realizar una encuesta integral a principios de 2026 para evaluar el nivel de exposición a criptoactivos por parte de las entidades reguladas, así como el volumen de financiamiento otorgado a empresas del sector. 

El estudio analizará específicamente el monto invertido por las organizaciones supervisadas en criptomonedas y el tamaño de los préstamos concedidos a compañías criptográficas, tomando como fecha de corte el 1 de enero de 2026. La evaluación incluirá, además, las inversiones realizadas con fines de cobertura de riesgos financieros.

Por su parte, el Ministerio de Finanzas ruso está adoptando una postura notablemente más flexible frente a la regulación de criptoactivos. La institución aboga por un proceso de legalización gradual que permita mantener el impulso innovador del sector. Al mismo tiempo que se integran las actividades existentes bajo el paraguas de la supervisión estatal.

El ministro Siluanov ha reconocido de manera explícita que la magnitud que ha alcanzado el uso de criptomonedas dentro de las fronteras rusas es demasiado significativa para ser ignorada o prohibida. En este contexto, la implementación de un marco regulatorio se presenta como una necesidad imperiosa para el Estado, más que como una mera opción de política económica.