Lo más relevante:

  • Erebor ha logrado un hito significativo al convertirse en el primer banco de criptomonedas en obtener una autorización federal condicional durante la administración del expresidente Trump, consolidándose como el segundo a nivel nacional después de Anchorage Digital. Esta licencia subraya la creciente legitimidad de las finanzas digitales dentro del sistema bancario estadounidense y marca una apertura regulatoria crucial para los players del mercado de activos digitales.
  • La proyección de Erebor en el sector está sólidamente apuntalada por el capital de riesgo de figuras clave de Silicon Valley, incluyendo el apoyo de Palmer Luckey y las firmas asociadas con Joe Lonsdale y Peter Thiel. 
  • Con este respaldo financiero e intelectual de alto perfil, es altamente probable que Erebor pronto se una a Anchorage para acceder a ventajas estratégicas, particularmente en el ámbito de la emisión de monedas estables bajo la recién promulgada Ley GENIUS. 
  • Este movimiento estratégico busca garantizar el pleno cumplimiento reglamentario y ofrecer productos más seguros a los inversores institucionales. Aunque también deja abierto el debate sobre los beneficios que reciben las empresas con vínculos estrechos con el círculo de poder de Trump y familia. 

Erebor Logra Autorización Bancaria Federal Condicional, Impulsado por el Capital de Silicon Valley

La Oficina del Contralor de la Moneda de los Estados Unidos (OCC) concedió el miércoles una carta bancaria condicional a una entidad financiera especializada en criptoactivos. Algo que ocurre por primera vez durante la actual administración del presidente Trump, y solo por segunda ocasión en la historia del país. Esta decisión representa una medida que probablemente alterará la dinámica del explosivo mercado de las stablecoins.

Esta licencia permite la constitución como banco nacional para Erebor. Una institución financiera centrada en el ecosistema criptográfico que mantiene vínculos tanto con las figuras más influyentes de Silicon Valley como con el propio presidente Donald Trump.

La entidad, que adopta el nombre de la “Erebor” que sirve como guarida del dragón Smaug en la saga literaria de El Señor de los Anillos, cuenta con el respaldo financiero del fabricante de tecnología de defensa Palmer Luckey y de las firmas de los cofundadores de Palantir, Joe Lonsdale y Peter Thiel.

Recordemos que Luckey y Lonsdale se posicionaron como dos de los principales promotores de la campaña de Trump dentro de Silicon Valley durante las elecciones de 2024. Thiel ha sido, por su parte, un aliado político de largo plazo del vicepresidente J.D. Vance.

Competencia para Anchorage Digital

Durante los próximos meses, Erebor deberá cumplir de manera rigurosa con una serie de requisitos específicos en materia de auditoría y protocolos de seguridad cibernética antes de que se le autorice a operar oficialmente y comenzar a prestar servicios a su base de clientes. No obstante, la aprobación concedida este miércoles, aun siendo de carácter condicional, posee un profundo significado estratégico. 

Es importante señalar que la decisión convierte a Erebor en la única entidad especializada en criptoactivos que ha obtenido una autorización federal de este tipo, situándose junto a Anchorage Digital. Esta última es una institución que durante años se ha promocionado como el único banco estadounidense de criptomonedas en contar con dichos privilegios exclusivos. Anchorage es, hasta ahora, “el único banco de criptomonedas con una carta federal en los Estados Unidos”.

Con GENIUS, se convirtió en la clave del éxito de Willy Wonka. Es como la autorización más genial del país ahora mismo, porque permite emitir monedas estables como ninguna otra entidad puede.

Nathan McCauley, director ejecutivo de Anchorage.

Una carta bancaria de alcance federal permite a una institución financiera operar en todo el territorio nacional, aceptar depósitos del público y otorgar financiamiento, entre otras facultades clave. Esta autorización también podría otorgar a la entidad una ventaja competitiva decisiva, sobre todo tras la reciente aprobación de la Ley GENIUS. 

El impacto de la ley GENIUS 

La Ley GENIUS, sancionada en el mes de julio, instituyó un marco regulatorio formal para la emisión y comercialización de stablecoins dentro del territorio estadounidense. Estos activos digitales funcionan como equivalentes electrónicos del dólar en los mercados digitales. Permitiendo a los usuarios realizar transacciones con criptoactivos y ejecutar transferencias transfronterizas sin la necesidad de acceder directamente a la moneda fiduciaria tradicional.

Las stablecoins se han consolidado como un sector comercial altamente rentable durante los últimos ejercicios. Se proyecta que la industria experimentará un crecimiento significativo tras la entrada en vigor de la Ley GENIUS. El valor total del mercado de monedas estables actualmente supera los 312.000 millones de dólares. Además, los usuarios de Myriad calculan que existe una probabilidad del 68% de que el valor de este mercado supere la barrera de los 360.000 millones de dólares antes de febrero de 2026.

Una posición privilegiada

Tras la implementación de la Ley GENIUS, Anchorage Digital ha ejercido un dominio notable sobre el incipiente ecosistema de stablecoins en Estados Unidos. Registrándose oficialmente como el emisor de la nueva moneda estable focalizada en el mercado doméstico para el líder del sector Tether, el USAT, junto con otros productos análogos.

McCauley subrayó que incluso bajo la nueva administración del presidente Trump, caracterizada por su postura particularmente permisiva hacia los criptoactivos, cualquier otra entidad competidora enfrentaría un plazo prolongado para obtener una autorización bancaria federal. 

Lo cierto es que este tipo de aprobaciones son notoriamente complejas de conseguir. Debido a los inmensos privilegios operativos que confieren a sus titulares y a los riesgos sistémicos potenciales que pueden representar para la estabilidad del sistema financiero tradicional. “Obtener licencias bancarias es una tarea extremadamente difícil”, afirmó McCauley. Recalcando que desde su perspectiva el proceso llevaría un tiempo considerable.

No obstante, Erebor completó este proceso en solo cuatro meses, un hecho que intensifica el debate público sobre los privilegios regulatorios concedidos a aliados de la administración Trump y los beneficios federales que reciben las empresas con vínculos estrechos con su círculo de poder.

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