OneCoin animó a todo el mercado de las criptomonedas cuando acumuló la asombrosa cantidad de $15.000 millones, esto ocurrió en 2017. Pero el origen de la gran estafa se remonta a 2014, cuando la autodenominada cryptoqueen, Ruja Ignatova, comenzó a promocionar esta criptodivisa. La red de estafa se extendió por 175 países.
Esta supuesta criptomoneda se levantó mediante un esquema Ponzi; es decir, través de una operación fraudulenta de inversión que implicaba el pago de ganancias o intereses a cada inversor desde su propio dinero o con el de otros inversores. El proyecto nunca tuvo un blockchain.
Ruja, que transmitía una personalidad carismática, glamorosa y encantadora, logró convencer a millones de personas para que compraran sus paquetes educativos y tokens OneCoin. El estímulo que usaba esta mujer era que los inversores se iban a hacer ricos y que formarían parte de algo muy grande.
OneCoin llegó al cryptocurrency market afirmando ser una criptomoneda, pero nunca fue legítimamente una moneda digital. Detrás de ella nunca hubo una cadena de bloques; por lo que no había intercambio o negocio con otras criptos. Tenía una plataforma propia por la cual se ejecutaba la estafa.
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Ruja Ignatova desapareció tras la estafa con OneCoin
Eventualmente OneCoin se fue revelando como una gran estafa; progresivamente quedó al descubierto el fraude por las supuestas acciones de la empresa y por los aspectos técnicos de una plataforma Blockchain que no era tal. Algunos inversores como Jen McAdam, víctima de la estafa, descubrió en enero de 2017 que su servidor SQL no operaba como una Blockchain; no podía crear la criptomoneda.
La advertencia de McAdam se fue uniendo a la de muchos a nivel mundial, poco a poco los inversionistas comenzaron a ponerse nerviosos. Y las señales sobre la estafa seguían apareciendo; como por ejemplo la promesa de un nuevo exchange público para OneCoin que nunca se materializo. Pero la fechoría continuó hasta que en octubre de 2017 Ruja Ignatova desapareció y la pirámide de OneCoin se desmoronó.
Desde la desaparición de la cryptoqueen no se ha sabido más de ella, pero el que si respondió ante la justicia fue su hermano Konstantin Ignatov, cofundador de la empresa, quien fue detenido y ha estado testificando en contra de su hermana. En 2017 el gobierno de Alemania congeló las cuentas de la empresa con unos 29 millones de euros; mientras que en India las autoridades detuvieron a una veintena de colaboradores de la firma estafadora.
Otro de los detenidos fue Mark Scott, uno de los abogados de la compañía, por intentar legitimar $400 millones vinculados a la empresa que administraba OneCoin. Actualmente Onelife, la empresa garante de la supuesta criptomoneda, fue declarada como una entidad extinta y sin activos embargables; mientras que las autoridades de todo el mundo intentan dar con el paradero de Ignatova para que comparezca ante la justicia.