VanEck sostiene que Estados Unidos y El Salvador pueden unir esfuerzos en torno al desarrollo de Bitcoin y el mundo cripto. Está empresa gestora de inversiones cree que el pequeño país centroamericano terminará liderando a la región en el crecimiento de la innovación y la tecnología blockchain.
Con la gestión del presidente Nayib Bukele, El Salvador se ha convertido en una historia de éxito para América Latina. La apuesta por mejorar la seguridad y por implementar las nuevas tecnologías, además de la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal, le han posicionado como un líder emergente en la región.
En un informe publicado por la firma neoyorquina afirman que El Salvador es hoy un ejemplo de recuperación y regreso de latinoamérica. Esta historia puede replicarse en otros países de la región, la apuesta por Bitcoin puede ayudar significativamente a aquellos cuya economía está debilitada. Los países de latinoamérica tienen un mal común llamado inflación y las criptomonedas pueden ser un refugio.
Antes de que Bukele tomará la presidencia este país centroamericano era poco conocido. Mejor dicho, se le conocía por su altos niveles de violencia entre pandillas y por pasado cruento durante la época de la guerrilla sandinista. El presidente milenial, como lo han apodado, ha logrado revertir eso y colocar a ese pequeño país como ejemplo de progreso para la región.
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Bitcoin, escepticismo y críticas
La forma poco convencional de Bukele en su gestión gubernamental ha levantado críticas en la región, especialmente en los países con regímenes ideológicamente opuestos. Algunas decisiones como adoptar Bitcoin en 2021 y construir mega prisiones de alta seguridad para pandilleros fueron duramente criticadas. La verdad es que esas políticas han dado buenos frutos. El Salvador ha logrado alcanzar una buena estabilidad económica y en materia de seguridad ha mejorado significativamente también.
VanEck concuerda con los que piensan que la gestión “está dando buenos frutos”. “Desde las reformas fiscales hasta la adopción de Bitcoin y la innovación energética, la nación ha desafiado el escepticismo global y ha logrado un éxito mensurable. A través del desempeño de los bonos en dólares, del crecimiento del PIB o la valoración de Bitcoin, impulsando sus reservas”, afirman en el informe.
El jefe de investigación de la firma, Matthew Sigel, sostiene que el país ha “desafiado el escepticismo global” al introducir Bitcoin a sus ciudadanos. Aunque es verdad que la adopción ha sido lenta, actualmente sólo el 8% de los salvadoreños han utilizado la criptomoneda para realizar pagos. Sin embargo, VanEck asegura que el interés crece paulatinamente y la confianza en las criptomonedas se ha incrementado.
Bukele y Trump
Trump ayudará a Bukele y viceversa, ambos mandatarios tendrán la oportunidad de firmar acuerdos, cooperar y desarrollar políticas Bilaterales que permitan el crecimiento de la industria criptográfica. “La integración de Bitcoin en la vida diaria está creando una base para una mayor aceptación e innovación en la tecnología financiera”, se lee en el informe. La administración de Trump ayudará a que ese proceso se acelere.
Siguel considera que “con el apoyo bien documentado de Trump a Bitcoin y su enfoque en la relocalización de cadenas de suministro, El Salvador podría surgir como un socio estratégico en los esfuerzos de Estados”.
El grupo de investigación sostiene que si Estados Unidos, bajo la administración de Trump, aplica políticas masivas de adopción cripto otros países de la región probablemente seguirán su ejemplo. Esto terminará por establecer “la tendencia hacia una mayor adopción [de Bitcoin] a nivel”.
En el caso de El Salvador, el presidente ha llevado a cabo un plan de compra estratégica de bitcoin con las arcas del Estado. Pese a las críticas, le ha dado buenos resultados ya que el precio del activo se ha disparado. Pero también extrae la criptomoneda mediante la minería digital. Actualmente posee más de 5.900 bitcoins por un valor de 546,6 millones de dólares, según datos de SpotOnChain.
Por su parte, Trump ha prometido implementar políticas e introducir proyectos de ley que permitan la creación de una “reserva estratégica de Bitcoin”. Esta se acuñará mediante la compra y la acumulación de la explotación de las empresas mineras nacionales.
