Datos publicados por Unusual Whales revelan que un comerciante, con opción a de compra, se aseguró una inversión millonaria comprando acciones de GameStop (GME). El pasado 24 de abril este inversor coloco su dinero en acciones de GME, comprando a 12 dólares. Si inversión inicial fue de 908.168 dólares.

El comerciante compró 25.330 de estos contratos a 0,36 dólares, cada contrato permitía que un inversor comprará 100 acciones de GME a 12 dólares por acción. En menos de un mes, esta “Ballena de GameStop” se embolsó 44 millones de dólares, en gran parte por el regreso de la influencer de memes Roaring Kitty.

Tomando en cuenta que la fecha de vencimiento del contrato es el 17 de mayo, el comerciante se mantenía observando el precio de sus acciones en GME. Con la intención de obtener el máximo de ganancias, necesitaba venderlas por encima de los 12 dólares. Es decir, que debía esperar a que al menos estuvieran un 20% por encima de los 10 dólares que costaban a principios de abril. 

Faltando solo 5 días para que las acciones expirarán, su valor se disparó por el regreso de Roaring Kitty. La influencer de memes volvió a cobrar vida, reavivando el interés en las acciones de GameStop. Y el aumento no solo fue inmediato sino bastante significativo. Esto se traduce en la “oportunidad perfecta” para vender.

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Pero, ¿Quién es Roaring Kitty y porque ha impactado tanto en el calor de GameStop?

Para saber quién es Roaring Kitty y conocer su influencia en GameStop, debemos remontarnos a 2021, cuando se dio un “breve apretón” o evento financiero, el mismo fue relatado a detalle en la película de Netflix “Dumb Money”.

Ahora, el impacto del aparente regreso de Roaring Kitty ha sido pronunciado. Las acciones cerraron a 18 dólares el 10 de mayo. Pero esto solo sería un abreboca, pues para el 14 de mayo habían subido hasta 65 dólares.

Aunque la ballena no vendió sus opciones a este precio. Logró venderlas cuando las acciones alcanzaron un máximo de alrededor de 42 dólares. Su venta logró realizase el 15 de mayo. Dejando una ganancia de  44 millones de dólares.

Cabe destacar que, si se hubiesen vendido las acciones hace unas 24 horas, el inversor podría haber ejercido su derecho de venderlas a un precio mucho mayor, permitiéndole incluso alcanzar los 550 millones de dólares de ganancias. 

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