Cuando buscamos las palabras más usadas del 2021, encontramos las siglas “NFT” dentro de ellas. Pero esta no es una palabra en sí, es la abreviatura de “Non-fungible token” o “Token no fungible”. Estas siglas son usadas, dichas y manejadas cada vez más por personas en todo el mundo; tengan o no conocimiento del mundo cripto y el mercado cifrado.
A mediados del mes de diciembre, el Collins Dictionary anunciaba que su palabra del año en realidad serian estas siglas. Que dan nombre a los activos digitales intangibles; estos artículos que vemos circulado por toda la web y que han traspasado el mundo cripto para volverse bastante populares.
Para el diccionario Collins los NFT son certificados que respaldan un archivo digital, únicos y con un dueño determinado. Dentro del mercado cripto estos tokens representan una unidad de valor establecido para un bien digital único e irrepetible. Estos NFT pueden ser desde obras de arte hasta artículos digitales de colección, e incluso hasta propiedades inmobiliarias dentro del metaverso.
Como se saben los NFT se almacenan dentro de la tecnología blockchain, que es la misma que usan las Criptomonedas. Las plataformas más grandes de almacenamiento de estos activos son Open Sea, Nifty Gateway, SuperRare y Rarible. Pero aunque los NFT crecen en popularidad, aún siguen generando dudas sobre su viabilidad, utilidad y rentabilidad.
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La popularidad de los NFT crece y también los riesgos implícitos en ellos
Un estudio reciente realizado por DappRadar ha determinado que el volumen de ventas de los NFT, en el último trimestre del 2021, ascendió a los 10.700 millones de dólares. Esto implicó un aumento considerablemente grande con respecto al trimestre anterior, que cerró en 1.300 millones de dólares. Y significativamente representa muchísimo más que los incipientes 1.200 millones de dólares de principios de año.
La compra de estos “Tokens no fungibles” es sencilla, solo se debe entrar a las plataformas donde estos se comercializan; depende también de los activos que el usuario tenga disponible, además de la cantidad de fondos, para poder hacer la transacción. En la compra no existen intermediarios, se hace directamente. Y como todo mercado algunos son muy baratos y otros extremadamente caros.
Al no existir mediador en la compra se genera un riesgo. Es muy importante identificar que se esté adquiriendo una pieza original; que no sea una copia o una reproducción hecha por otra persona y que este no sea el autor real de la imagen o el coleccionable NFT. Expertos recomiendan revisar la trazabilidad del contrato del autor o de quien lo represente; de esa manera se evita caer en la estafa de comprar una imagen falsa o una copia.
Por último, hay que destacar que las búsquedas de NFT en Google se dispararon durante todo este año. Y las plataformas Open Sea y Nifty Gateway ya registran records de operaciones y comercialización de estas imágenes digitales. Algo que seguro se incrementará aún más en el ya muy cercano 2022.