El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela pone fin al proyecto de su criptomoneda Petro (PTR) el lunes. Por poco más de cinco años, esta moneda digital sirvió como respaldo de la moneda nacional, el Bolívar Soberano, ante una crisis económica exacerbada por las sanciones estadounidenses.

Desde febrero de 2018 estuvo vigente el Petro, pero ahora se ha anunciado su fin a través de la Plataforma Patria, el único sitio web donde se podía comercializar la criptomoneda que estaba respaldada, según el Gobierno venezolano, por el petróleo. 

Este token, respaldado por las ricas reservas de petróleo del país, estuvo envuelto en una controversia incluso antes de su lanzamiento. En el momento de su lanzamiento, el Congreso o la Asamblea Nacional estaba controlado por la oposición, y sus representantes expresaron que era ilegal pedir prestado contra las reservas de petróleo.

En 2019, las autoridades estadounidenses sancionaron a un banco ruso por financiar el Petro. Por su parte, el gobierno venezolano hizo varios intentos de vincular el Petro con los servicios. Uno de los intentos fue la exigencia de pago en PTR para obtener pasaportes para financiar una iniciativa de vivienda social y el salario mínimo estaba vinculado al 50%.

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El fin del Petro y la cripto corrupción en Venezuela

En el anuncio sobre el fin de su circulación se ha especificado que los PTR restantes se están convirtiendo a bolívares, la debilitada moneda local. Algunos analistas han dicho que el último clavo en el ataúd del Petro fue un escándalo de corrupción por irregularidades financieras en torno al uso de criptoactivos para operaciones petroleras.

Como sabemos, estas “irregularidades” llevaron a la renuncia del ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, y a una represión contra las operaciones mineras de bitcoins. En junio de 2020, la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. ofreció una recompensa de USD 5 millones por la captura de Joselit Ramírez Camacho, quien encabezaba la Superintendencia Nacional de Criptoactivos, que supervisaba el Petro.

Hay que destacar que el Petro no era una moneda digital del banco central (CBDC). El Banco Central de Venezuela anunció planes para crear una CBDC en 2021, pero esos planes nunca se concretaron.

Varios planes intentaron fomentar su uso a nivel nacional, pero nunca se convirtió en curso legal, lo que significa que su aceptación no era obligatoria. Ni siquiera el Banco de Venezuela, el banco más grande del país, aceptaría el Petro sin una orden presidencial que lo obligara a hacerlo.